También en el fashion hay pasado y futuro, costumbrismo o dinamismo, inmovilismo o acción.
Parece que todo lo que tiene que ver con el mundo de la moda tiene un carácter de innovador, pero no es así, refiriéndome a la cuestión del calendario.
Y es que el calendario de la moda, viene de los tiempos de Luis XIV, quien legisló, igual que lo hacen ahora nuestros políticos, para favorecer a la industria textil que estaba emergiendo entonces, para que, quienes tuvieran posibles, renovaran su armario dos veces al año, y de ahí comenzó a distinguirse entre las colecciones de primavera-verano y otoño-invierno.
Luego, ya a partir de 1910, la Cámara de Sindical de la alta costura normalizó ya las dos estaciones, y además para impulsarlas, introdujo para la presentación de las colecciones, los desfiles de modelos con 6 meses de antelación, para que diera tiempo, viendo la aceptación de los diseños, a llevar a cabo toda la producción de las firmas en ese medio año.
Todo esto se ha movido en este siglo, aunque en los últimos años, principalmente procedente del mundo anglosajón, ha aparecido un grupo de diseñadores que no están de acuerdo con que haya tanto espacio de tiempo, dado que la tecnología actual permite efectuar grandes volúmenes de producción en menor plazo de tiempo, y además, acortando los plazos, se ven satisfechos antes los deseos de los consumidores.
Aparte esta el nuevo concepto fast fashion, introducido en la moda por INDITEX, y del que dimos cuenta en este blog al comienzo de nuestra andadura.
En fin, ante el nuevo orden o desorden, hay voces que prefieren seguir con el glamour de la tradición, como es el caso de Chanel o Dior, y otros como es el caso del diseñador Tom Ford, quien no acudió a la última semana de la moda de Nueva York, y anunció que presentará su colección de otoño-invierno 2016-17 a partir del mes de septiembre de 2016, haciendo que apenas haya espacio de tiempo entre la presentación y la campaña.
Entendemos que ambas visiones del fashion cohabitarán de forma conjunta en el futuro.
http;//www.mimonmy.com
Y es que el calendario de la moda, viene de los tiempos de Luis XIV, quien legisló, igual que lo hacen ahora nuestros políticos, para favorecer a la industria textil que estaba emergiendo entonces, para que, quienes tuvieran posibles, renovaran su armario dos veces al año, y de ahí comenzó a distinguirse entre las colecciones de primavera-verano y otoño-invierno.
Luego, ya a partir de 1910, la Cámara de Sindical de la alta costura normalizó ya las dos estaciones, y además para impulsarlas, introdujo para la presentación de las colecciones, los desfiles de modelos con 6 meses de antelación, para que diera tiempo, viendo la aceptación de los diseños, a llevar a cabo toda la producción de las firmas en ese medio año.
Todo esto se ha movido en este siglo, aunque en los últimos años, principalmente procedente del mundo anglosajón, ha aparecido un grupo de diseñadores que no están de acuerdo con que haya tanto espacio de tiempo, dado que la tecnología actual permite efectuar grandes volúmenes de producción en menor plazo de tiempo, y además, acortando los plazos, se ven satisfechos antes los deseos de los consumidores.
Aparte esta el nuevo concepto fast fashion, introducido en la moda por INDITEX, y del que dimos cuenta en este blog al comienzo de nuestra andadura.
En fin, ante el nuevo orden o desorden, hay voces que prefieren seguir con el glamour de la tradición, como es el caso de Chanel o Dior, y otros como es el caso del diseñador Tom Ford, quien no acudió a la última semana de la moda de Nueva York, y anunció que presentará su colección de otoño-invierno 2016-17 a partir del mes de septiembre de 2016, haciendo que apenas haya espacio de tiempo entre la presentación y la campaña.
Entendemos que ambas visiones del fashion cohabitarán de forma conjunta en el futuro.
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