Pensamos creo que la mayoría de las personas, que para crear un imperio hay que contar con una base financiera, y o patrimonial, y o económica, y efectivamente sin ningún lugar a dudas llevamos razón todos los que pensamos así, ahora bien esta base no tiene que ser ni mucho menos multimillonaria, ni millonaria tampoco, y ni tan siquiera tiene que muy cuantiosa, eso sí, lo suficiente para invertir en el mínimo necesario.
El mínimo necesario dependerá de la actividad que pretendamos llevar a cabo, no es lo mismo una empresa de servicios que una comercial o que una productiva.
Y ese mínimo capital inicial irremediablemente debe estar sustentando en fuentes de financiación propias, dado que sin estas tampoco se puede acceder al comienzo a las entidades financieras.
Ah, y sin olvidarnos del entusiasmo e ilusión que de esto hay que poner a raudales, y no solo antes, sino cuando comiencen los sinsabores de los principios, en los que solamente encuentras piedras en el camino situadas muy estrategicamente que hacen que en alguna ocasión que otra se te pase por la cabeza arrojar la toalla. Pero es en esos momentos de desánimo cuando recobras el aliento con el entusiasmo y la ilusión que te han movido para iniciar la aventura empresarial.
En fin, que con todo ello, tenemos casos de ejemplos de verdaderos imperios que su fundador los ha levantado en una sola vida, la suya, y que después ha funcionado perfectamente el traspaso de poderes.
En España, tenemos algún caso que otro, en lo tocante al mundo de la moda, y no me voy a referir en esta ocasión a INDITEX, no, ya dedicaré otro capítulo en otra ocasión, me estoy refiriendo al El Corte Inglés, quien revolucionó en España el comercio, basado antes de su evolución en el comercio minorista, del que aprovecho también para manifestarme como un gran valedor del mismo.
El buque insignia de los grandes almacenes españoles, El Corte Inglés, tienes sus inicios antes de la Guerra Civil española, pero no es hasta los 50 cuando comienza su crecimiento y evolución a lo que es hoy en día. Ha sido ejemplo en como y la forma en cada paso que ha dado. A toro pasado parece que todo estaba programado, pero seguro que no, lo único que pienso que en cada decisión el riesgo si estaba lo suficientemente medido, y un claro ejemplo de todo ello, han sido los testigos que se han ido pasando desde que Ramón Areces asumió la Presidencia, y luego en 1.989 le sucedió en el cargo su sobrino Isidoro Álvarez, y recientemente Dimas Gimeno, de cuya mano auguro un nuevo golpe en la mesa por los cambios que está llevando a cabo, necesarios para no correr el riesgo de su desaparición, quien está desatando los nudos de las antiguas estructuras, que en su día valieron, pero que ahora están fuera de juego, permitiendo savia nueva que regenere el grupo, mediante la entrada en el capital de la familia real de Qatar, y en un periodo de tiempo corto la veremos cotizando en bolsa.
Y esto en apenas 80 años.
Sería interesante que averiguaras que meros uso para fabricar, sin tener que pagar a los trabajadoras... Una pista tiene que ver con la Iglesia
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